ARGENTINA ENFRENTANDO LA TORMENTA PERFECTA:
EL RECAPADO DE NEUMÁTICOS EN CRISIS Y LA BÚSQUEDA DE LA DIGNIDAD SECTORIAL
El sector de recapado de neumáticos en Argentina está enfrentando uno de sus momentos más críticos en la historia reciente. Lo que alguna vez fue una amenaza latente —el ingreso masivo de neumáticos importados de bajo costo y baja calidad— ahora se ha materializado, provocando una fuerte caída en la actividad del mercado.
De acuerdo con ARAN (Asociación Argentina de Recapadores de Neumáticos), la industria se ha contraído en un promedio de 30–35%, con algunas plantas reportando pérdidas de hasta el 50%. La viabilidad de un sector tradicionalmente vinculado a la sostenibilidad, el empleo y la seguridad vial ahora está bajo seria amenaza.
Los cambios recientes en la política comercial han impulsado en gran medida esta recesión. Las medidas de liberalización del gobierno argentino han permitido la entrada casi irrestricta de neumáticos importados, a menudo sin cumplir con los requisitos técnicos adecuados ni con los estándares de calidad. Estas importaciones han inundado el mercado con productos de baja calidad, debilitando a los productores locales que enfrentan costos comparativamente más altos relacionados con impuestos, energía, logística y mano de obra.
Sin embargo, la crisis no es puramente externa. ARAN señala que las dinámicas internas también están contribuyendo a la caída de la industria. La competencia interna de precios se ha intensificado, con algunos recapadores ofreciendo productos a precios récord bajos, desde apenas 90 dólares, lo que aumenta la presión de las empresas de transporte que buscan las opciones más rentables. Este entorno ha fomentado una mentalidad de supervivencia, donde las estrategias de precios a corto plazo suelen imponerse sobre la sostenibilidad a largo plazo y las consideraciones de calidad.
En respuesta, ARAN ha adoptado una postura firme. En lugar de retroceder, la asociación está redoblando sus esfuerzos para profesionalizar el sector y defender su valor industrial. Sus estrategias se centran en promover la excelencia técnica, el cumplimiento de las normativas y la colaboración entre los distintos actores de la industria. Estos esfuerzos están dando frutos poco a poco, con nuevos miembros que se unen a la asociación y antiguos miembros que regresan, impulsados por una renovada visión que posiciona al recapado como un proceso sostenible y con valor agregado, no simplemente como una alternativa más barata.
La defensa de ARAN también se extiende más allá de las fronteras de Argentina. Como miembro de ALARNEU (Asociación Latinoamericana de Recapadores de Neumáticos), está impulsando un marco regulatorio regional armonizado. El razonamiento es claro: un neumático utilizado para el transporte internacional entre Argentina, Chile, Paraguay o Brasil debería cumplir con los mismos estándares técnicos y de seguridad exigidos en su país de origen. Esta alineación es esencial no solo para la competitividad, sino también para compartir responsabilidades ambientales y de seguridad.
Central en el mensaje de ARAN está el concepto del “círculo virtuoso” representado por los neumáticos recapados: calidad, seguridad, sostenibilidad y accesibilidad. En contraste con alternativas importadas de baja calidad, los neumáticos recapados localmente ofrecen una solución confiable que respalda una economía circular, reduce emisiones y promueve la seguridad vial.
No obstante, ARAN reconoce que los esfuerzos sectoriales por sí solos no bastarán. Es esencial el apoyo del gobierno. La asociación está haciendo un llamado para que se reconozca la importancia estratégica del recapado en el panorama industrial argentino. Se necesitan urgentemente herramientas financieras, regulaciones actualizadas e incentivos fiscales para reposicionar al recapado como un pilar de relevancia nacional.
Como afirma el Gerente General de ARAN, Diego Gastón Pastor:
“Nadie se salva solo”.
El futuro del sector de recapado en Argentina reside en restaurar la confianza, el orgullo industrial y un compromiso compartido con la seguridad, la calidad y la sostenibilidad.